![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQeFt5UeZTf_86Bnq87mDnbfx1Y6kKJkOQdR1cTLJGBOUyDPFeb1F4n0qgTw_v8scq1fhdcx2OtAES1fVRQ03uH5DqUSsRdDqHxDB2T2xto6TF5g1efybf9jaBxx5IGpJrMCOZTT_XPcrO/s200/Foto_A0218.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGPlJEG0Smr_FtvOdc93HwT6ROWz6TbFZjaD_rSVAgPcVM5aghxgVePeNBpiUbotEVdS-Vily3jO1gTkpOb8SlaFMolpgP2k2LlQg47VSIBxvfK-3FFOSod1GJG6nNUkTEP5YsEtA5JwoW/s200/Foto_A0216.jpg)
Por lo tanto se tuvo que preparar como tomos para luego
unirlos y en ocasiones hubo que unir hojas suelas a los tomos de maneras
tradicionales.
Por último quería mencionar que se decidió no trabajar sobre
las hojas puesto que se privilegio el cuidado de las mismas a la prolijidad;
una buena terminación requiere que el interior sea bien recto. Tampoco se pudo
trabajar con el redondeado del lomo, también típico de otra época de
encuadernaciones por haber tenido que trabajar con los tomos ya armado, que
impidieron realizar esa técnica.